Misión VII – Coronando los States
En pie a una hora temprana y tras visitar el Bistro Pecador de
Cuando al fin logramos divisar cielo abierto, una gran cantidad de moles de acero, cristal y hormigón, parecían querer juntarse allí arriba, muy alto… Tras dejar atrás varias avenidas, apareció ante nosotros el Michael Jordan de los rascacielos,
Continuando nuestra ruta por el Downtown de Chicago seguimos zascandileando por sus avenidas y parques, hasta que nos detuvimos en una curiosa instalación reflectante que proyectaba perspectivas imposibles, después de mongolear durante más de ½ hora con actitudes extravagantes y provocar carcajadas a nuestro alrededor decidimos que era la hora de ir a echar algo al estómago y visitar un templo del jazz, The Green Mill.
Este mítico club, existente desde los felices 20, albergó actuaciones de grandes estrellas del jazz como Louis Amstrong, y tanto la decoración, la ‘joven’ camarera y el ambiente que destilaba rezumaba autenticidad. Una vez se dio buena cuenta de un par de pintas, se decidió volver a base, no sin antes, vista la experiencia anterior, aprovisionarnos de cerveza. Ahora el objetivo era un clásico HOOTERS!!!
La orgía culinaria volvió a ser muy guarra, alitas, quesadilla, patatas, aritos de cebolla, canne canne y más canne, illo Pon Má Canni!!! y 2 cubos de cerveza. En esta ocasión nos atendió una chica procedente de Filipinas pero que era más yanky que el Marlboro, y que como no, aunque presentó resistencia, sucumbió a los encantos de los 4 elementos y profirió el correspondiente ‘Ooooohhh My Gooooddd!!’. De vuelta a base, cayó un litro más y los 4 elementos se dejaron abrazar por los brazos de Morfeo. Al día siguiente, el Seguro Que Fue En París World Tour debía tomar rumbo al sur en dirección a Memphis.